lunes, 26 de abril de 2010


MISIÓN
Extraído del Libro" Una Puerta hacia las Estrellas" de Sixto Paz Wells


“…En el cosmos hay de todo, seres con diversos roles y misiones. Algunos belicosos, otros expansionistas, otros pacíficos y hay verdaderos trotamundos; también vosotros no sois la excepción, allí en vuestro mundo. Más bien son ustedes en cierta medida la síntesis del universo que os rodea, aunque una síntesis convulsa en proceso de transformación acelerado.
Pregunta: ¿Qué nos pueden decir sobre la etapa actual de la misión?
El contacto continúa, y el trabajo no ha terminado, son las formas las que han variado. Ustedes también tienen que variar hacia una visión y postura más universal y menos sectaria. Si no, demostrarán que no en­tendieron nada porque se quedaron en la parte exterior de la misión.
Pregunta: ¿Cómo perciben el desenvolvimiento de la gente de los grupos de contacto?
Algunos miembros de los grupos siguen creando círculos viciosos que os hacen iniciar pero no culminar. Están viviendo un momento may interesante e impor­tante. Sabemos que es duro y difícil, pero es trascen­dental. Por tanto fomenten el trabajo interno, las sali­das de integración y contacto, y mantengan las comu­nicaciones porque allí está la misión.
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestro foco de atención en la misión?
La misión por la que fueron llamados ha usado co­mo clave activador de la conciencia la palabra "Rama", que significa "Sol en la Tierra". Por tanto todo aquel que se identifica con el proceso del contacto debe sa­ber que su labor fundamentalmente es la de ser un sol en la Tierra, irradiando con su ejemplo de vida la es­peranza de un mundo mejor. Sabemos que ello no es fácil, especialmente en un planeta como el vuestro y en una sociedad como la vuestra basada en valores que no se cumplen, lo cual la hace sumirse en profundas con­tradicciones.
La primera etapa del contacto funcionó como un despertador para que experimentaran en el laborato­rio de sus propias vidas y familias, el mensaje de cambio; pero ahora llega el momento como para que se abran en una sola gran misión por la humanidad, sin nombres ni etiquetas; sin formas ni estructuras rígidas.
La gran misión por la humanidad es llegar a ser amor y darlo. Pero hacerlo con fe en el cambio, y con esperanza en un futuro que solo existe como proyección de mentes positivas y constructivas o destructivas negativas.
La misión es el esfuerzo que deben asumir de su­peración gradual, orientado hacia la consecución de niveles cada vez más altos de avance evolutivo. Una misión basada en irradiar esperanza con el ejemplo de vida.
La misión de todos ustedes va más allá de la res­ponsabilidad que tienen los gobernantes de las grandes naciones, por cuando están llamados consciente y res­ponsablemente a dar ánimos en medio de la mayor de­solación; a mantenerse firmes cuando todos desfallecen a vuestro alrededor; a conservar y vivir la fe cuando to­dos dudan en un futuro planetario; en otras palabras: a ser luz en la oscuridad.
Trabajen por el cambio. Asuman las responsabilida­des individuales y colectivas, así estarán apoyando el Plan que ha resuelto enfrentar la oscuridad con la luz de la esperanza de todos vosotros.
Serán en un futuro cercano los instructores de la nueva humanidad, por ello vuelvan sobre los pasos que les conducirán a incrementar la intuición y la sensibilidad. La información que necesitan estará llegando en la medida en que sus antenas receptores terminen de pre­disponerse y equilibrarse dejando de lado el temor y la duda. Crear las condiciones adecuadas requerirá de reu­niones de trabajo con profundas armonizaciones.
Sí, Oxalc.

Que todos los grupos reflexionen sobre lo que ha sido y ya no será; sobre lo que ha sido la participación de todos y lo que ahora tiene que caminar. Mediten so­bre lo que antes era algo úti1 y necesario y ahora de­berá ser de otra manera, por ley de evolución y por madurez de vuestras conciencias.
Pregunta: ¿Nos están hablando de un cambio?
La misión es promover el cambio, y el cambio en la misión es recordar una preparación anterior y dar el si­guiente paso que se espera de vosotros: ¡Actuar!
El cambio no es otra cosa que la renovación conti­nua, la superación constante, el renacimiento en cada día y en cada momento.
La transformación en vosotros les debe llegar de un estado de oscuridad e ignorancia hacia una expansión de luz y entendimiento.
Antes no sabían que la luz existía, luego no sabían que necesitaban esa luz; pero ahora saben lo que ne­cesitan para lograr su propia realización: llegar a ser us­tedes mismos esa luz.
La misión exige de vosotros el que se esfuercen por lograr la claridad de conceptos y objetivos, por tanto dense tiempo pare la reflexión individual y grupal. Sólo así podrán superar las etapas de penumbra y oscuri­dad, que cíclicamente se abaten sobre vuestro trabajo. Sólo enfrentando la ignorancia con una apertura a la guía y a la orientación superior, así como al conoci­miento interior, podrán mantenerse en la luz.
La misión será ahora lo que ustedes permitan que sea para cada uno, pero para el plan, ya se ha abierto una brecha en el alto muro edificado por la ignorancia y el egoísmo. Esto lo han conseguido a través de la sencillez, la originalidad, la valentía y el aplomo.
La misión del contacto deberá llegar a unir los esla­bones de la gran cadena, para que cada uno ocupe su lugar, vibre en su sitio y establezca una comunidad de energías afines que se fortalezcan mutuamente; enti­dades vibrantes armónicamente que como fueron des­pertadas, seguirán despertando a otros. De ahora en adelante todo cuanto hagan removerá conciencias y definirá a los indecisos.
Pregunta: ¿Cuándo termina esta misión?
Esta misión no termina, solo se renueva para dar paso al trabajo con toda la humanidad, para que el hom­bre salve al hombre, a su pueblo, su raza, su humanidad; y todo ello con vuestro esfuerzo y nuestro apoyo.
Amados hermanos, no descuiden su preparación por cuanto el acechador se juega sus últimas cartas a través del engaño, la desidia, la apatía, el desaliento, la tristeza y la tensión. Traten de trascender las vibracio­nes negativas que les envuelven frecuentemente, liberándose de todo lo que les resta luz. Resplandezcan a través del amor y no miren atrás lo ya superado. Solo con fe sigan avanzando.
Las necesidades mundiales de guía y orientación ca­da día van aumentando, pues la confusión y la deses­peranza se han visto incrementadas, por lo cual el portal deberá encontrarse completamente abierto en este tiempo, por ello mantengan la comunicación no sólo con nosotros sino con todos los grupos en el mundo, para que coordinen una acción mundial a manera de gran cadena de ayuda planetaria.
La misión consiste también en mantener el contac­to, tanto con uno mismo como con aquellos dispuestos a ayudar a la humanidad desde fuera.
El contacto es un medio de interacción en la misión de ayuda planetaria; canalice la solidaridad y el interés de orientación sin crear dependencias. Las dependencias están en el corazón y en la mente del ser inmaduro. De­ben caminar con vuestros propios pies, tomando vues­tras propias decisiones pero a partir del amplio abanico de pautas, consejos y experiencia que se os facilita.
En la misión, el contacto es el justo mecanismo por el cual nos apoyamos mutuamente en el trabajo por el plan.
Procuren que dentro del grupo vuestro pocas per­sonas reciban los mensajes pero a la vez que sean va­rias; y que todos lo intenten. Todos pueden y deberían aprovechar de los aportes de la comunicación, sea quien sea el que la reciba, siempre que mantengan el rigor que ya conocen en el análisis del contenido.
Procuren el contacto interno antes que el externo, y dejen que el puente se establezca, para que la infor­mación llegue. Hay muchas formas de entrar en con tacto y recibir mensajes: ya sea en sueños, en la medi­tación, a través de inspiraciones, visiones, activadores simbólicos, etcétera.
Cada grupo en la misión debe trabajar en una per­manente irradiación planetaria, sembrando luz con su pensamiento. El lugar donde cada uno se encuentra es el de su responsabilidad planetaria, y es el punto im­portante donde se puede neutralizar el accionar de las fuerzas oscuras. Aunque muchas veces no se lograra evitar los acontecimientos, siempre estos se verán afec­tados o acelerados para bien de todos. La irradiación constante contribuirá en la transmutación de los hechos futuros, para que estos sean lo menos traumáticos.
Vosotros tenéis la misión de afinar en grupo, vi­brando y experimentando la elevación del amor per­fecto. Cada uno y en conjunto perfeccionaran la armo­nía que se inicia en el alma individual y luego se ex­tiende hacia la comunidad mental. Están llamados a madurar la conciencia de vuestra capacidad creativa de amar.
Los nuevos grupos de contacto que se vayan for­mando deben cultivar por encima de todo el fondo y no la forma del mensaje. Así, libres de prejuicios y esquemas podrán encaminarse hacia la consecución de los objetivos fundamentales de la misión, como es es­tablecer el puente de unión entre la Tierra y el Cosmos, y asegurar la trascendencia humana, en medio de la os­curidad y la confusión frente a los resplandores que confunden con la verdadera luz. Ustedes son los obre­ros de una gran obra, y están trabajando en poner las bases sólidas que son la esencia, los valores y princi­pios para la realización del Plan Cósmico. Deberán re­cordar la misión individual y colectiva, para lo cual ha­brán de vivir el mensaje.
La misión es ser puente de luz, medio de paso, ca­nal de energías, transmisor de pautas, despertador de conciencias y fuente de amor para un mando en cam­bio y transición.
Cada ser humano debe asumir la condición de al­ternativa por su ejemplo y actitud personal, sólo así vi­virá la misión. …”